Las Primeras Escuelas de Criminología

Orígenes de la Criminología

La criminología contemporánea tiene sus raíces en un largo proceso evolutivo que incluye debates teóricos y metodológicos, conocidos como luchas de escuelas. Este proceso implica un esfuerzo por independizarse de disciplinas madre como la sociología, la biología, la psiquiatría y la psicología. Dicha evolución marca la transición de un enfoque centrado en el delito como pecado a consideraciones más científicas que toman en cuenta factores sociales y biológicos.

La Escuela Clásica

La Escuela Clásica no se considera una teoría criminológica en sí misma, pues su principal objetivo no es el estudio de la delincuencia, sino la adaptación del sistema penal a los nuevos valores de la sociedad, en un contexto de transición del Antiguo Régimen feudal hacia un orden más humanitario y racional. En lugar de un sistema punitivo y cruel, la Escuela Clásica proponía un enfoque que se alineara con los ideales de la Ilustración.

Dos figuras pilares de esta escuela son Jeremy Bentham, autor de "An Introduction to the Principles of Morals and Legislation" (1781), y Cesare Beccaria, quien destacó con su obra "De los delitos y las penas" (1764). Ambos aportaron principios fundamentales al derecho penal liberal.

Principios Rectores del Nuevo Derecho Penal

Los principios rectores que guiaron el desarrollo de un nuevo derecho penal incluyen:

Lesividad: El delito debe causar un daño real a la sociedad, separando la actividad delictiva de la inmoralidad.
Legalidad: Debe existir una ley previa que indique claramente los actos prohibidos.
Jurisdiccionalidad: Las penas deben ser impuestas únicamente por un juez imparcial e independiente, siguiendo una ley elaborada y aprobada por el parlamento.
Culpabilidad: Solo se puede castigar a quien ha cometido un delito y tiene capacidad de entender y adecuar su conducta.
Proporcionalidad: Las penas deben ser proporcionales al daño causado y a la culpabilidad del individuo.
Humanidad: Las penas no deben ser crueles ni inhumanas, con un llamado a la abolición de la pena de muerte y los castigos corporales.

Aportaciones a la Criminología

Significativas aportaciones de la Escuela Clásica a la criminología incluyen:

Libertad y Racionalidad: Las personas son libres y racionales, lo que significa que no se considera a los delincuentes como seres diferentes o inferiores.
Utilidad de las Penas: Las penas son herramientas útiles para la prevención de la delincuencia, siempre que se cumplan ciertos requisitos: severidad, certeza y celeridad en su ejecución.

Cambio de Paradigma: Nuevo Sistema de Penas

La Escuela Clásica criticó las penas del régimen feudal por ser demasiado crueles e inhumanas, así promoviendo un sistema penitenciario más humano, siendo la prisión la pena más adecuada para los nuevos valores. Bentham no solo diseñó un modelo arquitectónico de prisión, conocido como el Panóptico, sino que también propuso reglas detalladas para garantizar su esencia reformadora y custodia.

“Esta casa de penitencia podría llamarse Panóptico para expresar con una sola palabra su utilidad esencial, que es la facultad de ver con la mirada todo cuanto se hace en ella.” - Bentham, J., El Panóptico.

El Panóptico y su Funcionalidad

El Panóptico representa un nuevo modelo penitenciario que enfatiza:

Separación y clasificación de internos por sexo, edad, y tipo de delito.
Trabajo, planificación, y actividades para la ocupación de los internos.
Condiciones básicas como alimentación, vestido, aseo personal y salud.
Instrucción y ocupación durante el día.
Objetivo de vigilancia continúa y eficacia reeducadora.

La Escuela Positivista

La Escuela Positivista surge como la primera teoría científica de la criminalidad en el siglo XIX, diferenciándose radicalmente de la Escuela Clásica al tratar de explicar la delincuencia a través de métodos de las ciencias naturales, alejándose de la idea del libre albedrío.

Antecedentes Científicos

Antes del establecimiento de la criminología como disciplina, hubo varios enfoques sobre las causas de la delincuencia:

Fisonomía: En el siglo XVI, intentó correlacionar rasgos físicos con comportamientos delictivos.
Frenología: En el siglo XVIII, enfocándose en deformidades craneales como causas del comportamiento criminal.
Estadística Moral: En el siglo XIX, enfatizando la influencia del entorno social y formulando leyes que relacionan la prevalencia del delito con factores sociales medibles.

Características de la Escuela Positivista Italiana

La Escuela Positivista, representada por figuras como Cesare Lombroso y Enrico Ferri, postuló que el delincuente es un ser con anormalidades biológicas y se basó en la determinación de leyes universales para explicar el comportamiento delictivo.

Teoría del Criminal Nato

Lombroso planteó que los criminales presentan rasgos característicos que los asemejan a seres primitivos, lo que se traduce en el concepto de atavismo, sugiriendo que las características físicas pueden ser indicativas de una predisposición al crimen.

Concepción Plurifactorial de la Criminalidad

Se estableció que la delincuencia es el resultado de interacciones entre factores antropológicos, físicos y sociales. Esta metodología se apoya en estudios antropométricos y estadísticos.

Teorías de Enrico Ferri

Ferri enfatizó la naturaleza multifactorial del delito, identificando diferentes influencias sobre la criminalidad:

Factores Antropológicos: Constituídos por características personales como raza, edad, y estado civil.
Factores Físicos: Incluyendo clima y condiciones ambientales.
Factores Sociales: Siguiendo variables como la densidad poblacional y la educación.

Su famosa Ley de Saturación Criminal afirmaba que, si se conocían todos los factores, se podría predecir el número y tipo de delitos que ocurrirían.

Conclusión

Las contribuciones de la Escuela Clásica y de la Escuela Positivista han sido determinantes en la evolución de la criminología como disciplina científica. Mientras la Escuela Clásica colocó énfasis en la racionalidad y los principios humanitarios del derecho penal, la Escuela Positivista introdujo un enfoque científico que examina la complejidad de la conducta delictiva desde múltiples dimensiones, sentando las bases para estudios posteriores en criminología y justicia penal.

Referencias

Larrauri, E. (2015) La escuela clásica. En E. Larrauri, Introducción a la criminología y al Sistema Penal (pp. 49-51). Trotta. Serrano Tárraga, M.D. (2018) La escuela clásica. En M. D. Serrano Tárraga, Criminología. Introducción a sus principios (pp. 206-214). Dykinson, S.L. Serrano Tárraga, M.D. (2018) El nacimiento de la criminología positiva. En M. D. Serrano Tárraga, Criminología. Introducción a sus principios (pp. 215-226). Dykinson, S.L.